viernes, 26 de abril de 2024

El verdadero toque de Midas

«Concédeme, Dios generoso, que todo lo que toquen mis manos se convierta de inmediato en oro». Estas fueron las palabras que Midas, rey de Frigia, pronunció ante Dionisio, dios del vino. Las diversas historias mitológicas pueden enseñarnos varios aspectos de la realidad para que comprendamos los valores que encierran. De la misma manera, Jesús, a través de sus parábolas, educaba al pueblo en el conocimiento y entendimiento de Dios. Al igual que en la mitología antigua, hoy existen personas que viven tras las apariencias y desean poder convertir todo lo que tocan en oro.

El pecado de Midas no fue el oro o las posesiones, sino la ambición de que ese metal preciado pudiera salir de sus manos. Su deseo fue tan grande que prefirió sacrificar su vida y bienestar a costa de la pérdida de toda su libertad. Midas no sabía lo que había sacrificado; había perdido la oportunidad de alimentarse, de sentir, de tocar, de cuidar y cubrir. Había perdido todo su ser. Entonces volvió lloroso y avergonzado a los pies del dios Dionisio para suplicar su misericordia y pedirle que eliminara esa maldición. Al quedar liberado, Midas comprendió el valor de su vida; ya no miraba las riquezas con el mismo atractivo

La lección que extraemos es atemporal, resonando no solo en los mitos antiguos, sino también en las enseñanzas de Jesús que trascienden el tiempo. Jesús nos enseñó que la verdadera riqueza no se encuentra en acumular tesoros materiales, sino en apreciar y valorar las experiencias de la vida, las relaciones con los demás y en vivir de acuerdo con principios más elevados. En sus parábolas, a menudo destacó la importancia de buscar tesoros en el cielo, que no se corroen ni se desvanecen, en lugar de centrarse exclusivamente en los bienes terrenales.

Así como Midas experimentó una transformación, nosotros también podemos experimentar una transformación al sumergirnos en las enseñanzas de Jesús. Su mensaje nos impulsa a buscar la verdadera abundancia, aquella que llena nuestros corazones de amor, compasión y servicio desinteresado. Jesús nos invita a que, con nuestras manos, convirtamos nuestra vida no en oro, sino en amor desbordante hacia nuestro prójimo. Procuremos esparcir el verdadero toque de Midas, aquel que se nutre del gran deseo de Dios: «Os doy un mandamiento nuevo, que os améis unos a otros como yo os he amado...» (Jn 13, 34).

Saúl Marrero

Ciao.

 

jueves, 25 de abril de 2024

El abecedario cristiano

Recuerda letra a letra cómo puedes comportarte diariamente.

Alaba a Dios en cada circunstancia de la vida.

Busca la excelencia, no la perfección.

Cuenta tus bendiciones en vez de contar tus penas.

Devuelve todo lo que tomes prestado.

Encomienda a tres personas cada día.

Fíate de Dios de todo corazón y no confíes en tu propia inteligencia.

Gózate con los que se gozan y llora con los que lloran.

Haz nuevos amigos pero aprecia a los que ya tienes.

Invita a Cristo a ser tu Señor y Salvador.

Jamás pierdas una oportunidad de expresar amor.

Lee la Biblia y ora cada día.

Mantente alerta a las necesidades de tu prójimo.

No culpes a los demás de tus infortunios.

Olvida las ofensas y perdona así como Dios te perdona.

Promete todo lo que quieras, pero cumple todo lo que prometes.

Que se te conozca como una persona en quien se puede confiar.

Reconoce que no eres infalible y discúlpate de tus errores.

la persona más amable y entusiasta que conoces.

Trata a todos como quisieras que te traten.

Únete al ejército de los agradecidos.

Vístete de misericordia, humildad y paciencia.

Y no te olvides de soportar a los demás como a ti te soportan.

Záfate de las garras seductoras de satanás.

Fuente: “Llegó por email”.  Editorial Santa María

Ciao,

 

miércoles, 24 de abril de 2024

Perdonar es comprender...

Perdonar es comprender...  

En nuestros intentos por amar, a veces terminamos por dañar. 

Quizá no por alevosía, ni por traición, ni por deslealtad, casi siempre, más bien, por fragilidad. 

El amor a veces duele, porque no nacemos sabiendo amar.

Se trata de un arte difícil  que hay que en todo tiempo practicar, con firme, valiente y determinada voluntad:

Aprender, ensayar, intentar y procurar... Una vez y otra vez sin descansar. 

Cuando el amor duele es porque una herida causó sin pensar. 

Es el momento entonces de perdonar. 

Pero, ¿Qué cosa es el perdón?

Perdonar no me parece que sea olvidar, sino, más bien, con cierta paz recordar.

Conocer nuestros límites y el de los demás:

Perdonar es comunicar. 

Perdonar también es compasión, y es, sobre todo, comprender:

Que nuestro corazón es de carne.

Que nuestra voluntad es de cristal. 

Que nuestro ego es una filosa roca.

Y que nuestra memoria es fatal. 

Aguda para recordar lo malo y muy diligente para lo bueno olvidar. 

Sí, perdonar es comprender que nuestro corazón puede fallar. 

Que nuestro amor es imperfecto pero que quiere intentar, que nuestra sensibilidad está herida pero que no quiere dejar de abrazar. 

Sonreír con dulzura  y con paciencia saber esperar. 

Aprender con mucho esfuerzo  que el amar es intentar e ir más allá de la ofensa: Para perdonar y reconciliar.

Genaro Ávila-Valencia, SJ

Ciao.

 

martes, 23 de abril de 2024

Préstame, Madre...

Préstame, Madre...

Préstame, Madre, tus ojos, para con ellos mirar, porque si por ellos miro, nunca volveré a pecar.

Préstame, Madre, tus labios, para con ellos rezar, porque si con ellos rezo, Jesús me podrá escuchar.

Préstame, Madre, tu lengua, para poder comulgar, pues es tu lengua patena de amor y de santidad.

Préstame, Madre, tus brazos, para poder trabajar, que así rendirá el trabajo una y mil veces más.

Préstame, Madre, tu manto, para cubrir mi maldad, pues cubierto con tu manto al Cielo he de llegar.

Préstame, Madre a tu Hijo, para poderlo yo amar, si Tú me das a Jesús, ¿Qué más puedo yo desear?

Y esa será mi dicha por toda la eternidad.

Ciao.

 

lunes, 22 de abril de 2024

Tú eres lo primero

Lo importante es que estés bien contigo mismo. Te tienes que cuidar. Tú eres lo primero. Si no estás a gusto es mejor que lo dejes, porque el importante eres tú.

Mensajes como estos se nos van colando poco a poco en nuestro día a día. Y no seré yo quien niegue que contienen algo de verdad, pero creo que en ellos puede haber un gran engaño.

Todos ellos tienen en común que ponen el foco en uno mismo. En estar bien, en no entregarse demasiado, en estar contento y satisfecho con lo que se hace. Como si implícitamente quisieran decirnos que si uno sale escaldado o no recibe algo, no merece la pena.

Frente a todo ello, el Evangelio del Buen Pastor nos pone delante otro modo de estar en el mundo. El de aquel que se desgasta por las ovejas hasta dar la vida por ellas. Y lo diferencia del del asalariado, al que precisamente no le importan las ovejas, sino que únicamente se preocupa por ellas en tanto que le procuran algún beneficio.

Creo que todos conocemos a personas que se han dejado el físico, la salud e incluso la vida no ya por su trabajo, sino por su vocación, su familia y aquello en lo que creían que Dios les llamaba. Gente que se ha cuidado a sí misma para no quemarse, pero poniendo el foco en estar bien para los demás, y no tanto para sí mismos.

Ante todo ello cabe preguntarnos cómo estamos viviendo nuestra misión. Si como unos asalariados que abandonan el rebaño en cuanto vienen los agobios y las incomodidades, o inspirados por el Buen Pastor.

Dani Cuesta, SJ

Ciao.

 

domingo, 21 de abril de 2024

Plegaria de Alonso Schökel

Acabo de encontrar esta Plegaria - Oración y me ha parecido oportuno compartirla con todos mis  seguidores, porque pienso que siempre es bueno tener una oración para dirigirnos a Dios en los momentos de recogimiento y encuentro con Él. Espero que os guste y sobre todo os sirva para pedir a Dios que nos libre y transforme de todas esas carencias que tenemos sus hijos y que Él como Padre bueno nos puede aliviar.

- Recibe, Señor, mis temores y transfórmalos en confianza.

- Recibe, Señor, mi sufrimiento y transfórmalo en crecimiento.

- Recibe, Señor, mi silencio y transfórmalo en adoración.

- Recibe, Señor, mis crisis y transfórmalas en madurez.

- Recibe, Señor, mis lágrimas y transfórmalas en plegaria.

- Recibe, Señor, mis desánimos y transfórmalos en fe. 

- Recibe, Señor, mi soledad y transfórmala en contemplación.

- Recibe, Señor, mis impaciencias y transfórmalas en paz del alma.

- Recibe, Señor, mi espera y transfórmala en esperanza.

- Recibe, Señor, mi muerte y transfórmala en Resurrección. 

Ciao.

 

sábado, 20 de abril de 2024

Quitar

Llega un momento en que, después de una vida dedicada a añadir, empezar a eliminar.

Quita los alimentos que te hacen daño.

Quítate la ropa que te queda demasiado estrecho o demasiado ancho.

Saca la basura olvidado en los cajones.

Saca tu corazón de lugares donde el amor se ha ido.

Pierde tu tiempo persiguiendo gente.

Aparta tus ojos de quien te hizo daño, eliminar poder del pasado, quita la culpa de tu narrativa y la mirada de los que hablan a tus espaldas.

Elimina las malezas alrededor de tus sueños, sí, se permite adaptarse.

La verdadera riqueza no se añade.

Me lo quitaré.

"Quitar" -Manuela Toto

Escultura de Viktor Hugo Yanez

Ciao.